30 enero 2007
29 enero 2007
En fin, estaba convencida a dedicar mi tarde de hoy, lunes, a lo q sería un rato divertido y ensoñador con mis pinceles y mis nuevas ranas de albufera. El caso es q después de dos horas dándole vueltas al fondo, pasando páginas de Picasso y Kirchner, intentando encontrar la piedra filosofal de los colores sin retórica, me he sentado. No he puesto ninguna película. Me he dicho que "ya vale de ver pasar tantas imágenes con ornamento". Total, que he cogido un libro cualquiera con letras, bueno uno q rescate en mis últimos días navideños por el norte, y no sé, creo q ha sido casualidad, pero he leído una carta y me han entrado unas ganas irresistibles de contarlo todo. Entendiendo por el todo algo q no había confesado nunca por aki. Seguramente, como dice alguien, esto sería lo más urgente del mundo, pero tb lo menos obligatorio. De eso que dices, bueno son las 4 y tengo toda la tarde por delante y q se hunda el mundo, yo a lo mío, y hasta me da pena la gente q se amontona en la taquilla del cine p ver imágenes de lunes invernal de día del espectador.
Ahora recuerdo kién me enseñó la teoría de las cartas y que las letras se contestan con letras y no con voz de teléfono. Tb recuerdo que, escritas a pluma y a papel, evocan mejor el humo del cigarrillo del destinatario, pero como akí no hay señas de correspondencia no puedo hacerlo del mismo modo. Si digo q escucho a Brahms y el quinteto para clarinete tampoco digo mucho de momento, aunq si fuera el momento lo diría todo con eso. Abro una botella de vino, es mejor así, de otra manera daría vueltas a mi perífrasis y acabaría por confesar q las ranas de mi cuadro no son lo q parecen. Y además, si me salgo de este rincón serena, mi aliento se congelará en una nube de vigas vistas. Sólo era una pequeña aclaración, y es q en esta casa al mirar hacia arriba ves el frío de verdad. Kizá no kiera empezar…
Todo comenzó hace ya años, una noche en la q salí a una gala de gacelas pero no a cazar, y me encontré con la liebre q dormía en el erial y me dieron ganas de mojar pan en los huevos fritos del cóctel. Qué absurda tontería, me dije, cómo se te pueden ocurrir estas cosas. Sube al coche y da un teléfono falso p mantenerte en el anonimato como cenicienta y su zapato. Y eso hice, pero no resultó porque alguien se encargó de q el cazador encontrara a la liebre dormida en su erial. Como dije, yo no salí de caza. A partir de aquella noche tomé conciencia de q mi papel había sido siempre el de inspirar la búsqueda del encuentro y q nunca escaparía de la sorpresa. Eso significaba q nunca dejaría de pegar los añicos del espejo. El caso es q tengo q seguir haciéndolo. Esta vez la sorpresa me llevó a las palabras de una ventana, no a la pintura ni a la música sino a las voces internas de alguien. Y no es q Chopin haya dejado de tocar el piano p mi, ni q Duchamp se haya olvidado de sus certidumbres y de la pintura, no, no es eso. Tengo miedo del silencio sin carta, de q no haya siguiente entrega, la espero impaciente, trate de lo q trate, ya venga en primera persona o en endecasílabos. Por favor, mi adorable, sigua usted por donde sea y hablando de lo q sea porque a todo lo q tocas le sacas jugo de almíbar. No tienes derecho a malversar ese don.
22 enero 2007
Se puede vivir ignorando las explicaciones?
Tantas preguntas, tantas explicaciones, tantos pececillos de colores nadando en tu acuario sin destino fijo y, al final, sabes q todo se reduce a dos palabras q hacen q el mundo parezca tan perfecto y pleno como mundano. Pero no las voy a decir aki, solo te voy a contar como podría causar la transfiguración de un rostro sin mueca. Podría incluso ser un nuevo listado de certidumbres: el instinto sexual, la embriaguez, la comida, la primavera, el sarcasmo y el acto de bravura. Sé q ninguna de ellas es la q esperabas y q tanto primitivismo suprime el eco romántico de mis palabras…l'art pour l'art kizá: el virtuoso croar de las ranas reducidas al silencio q desesperan en su albufera…todo lo demás lo creó el amor…y lo poco q kedó lo destruyó O.Wilde con su De Profundis…
Pero yo deseo volver a leer tus palabras con tu voz, porque ahora ya puedo hacerlo sin tener q imaginármelo, porque ahora no kiero q esos filósofos nihilistas intenten vaciar el acuario con fiebre intestinal. Te advertí de todo: de mis dunas móviles con raíces cortadas, de mi obsesión por los cuentos con musas ensangrentadas, de mis besos con abismo sin estética, de mi afición por el riesgo veloz con niebla, de mi insomnio patológico sin fin, de mi pasión enloquecida por los monitos del desierto, de mi insaciable humedad, de mi ombligo espontáneo divido en dos, del contagioso temblor de mis piernas, incluso te advertí de mi buen comer… aunque es verdad q nunca te dije q sabría crear una mueca en los labios para ti, pero es q yo tampoco lo sabía…y ahora los dos andamos pidiendo explicaciones al Dios creador pero…a ti te las da? llevo toda la mañana intentando concertar una cita urgente con mi alma moderna para conseguir una falsificación aún más moderna…pero mira lo q me contestan: uno es burlado con delicadeza si es delicado, uno es burlado groseramente si es grosero, pero esa palabra q empieza por "a" y q kieres volver a repetir sigue siendo en el fondo uno, como una fiebre q tiene motivos suficientes para transfigurarse, una embriaguez q hace bien mintiendo sobre sí misma…
…en Madrid, con fecha atrasada, esperando una respuesta q me sepa desnudar sin beneficencias…
Carta a mí mismo pidiéndome explicaciones
... en Valencia, a veintiuno de enero de dosmil siete, dudando de lo benéfico de este desnudo.
19 enero 2007
pensamientos mañaneros
Kizá debería decir "no sé", "que se yo" o tal vez, ya q me han explicado q este foro es más público de lo q yo pensaba, debería confesar que "los mordiscos duelen más de lo q yo creía" y es q uno no se puede hacer una idea de lo q son las imágenes adunadas…hoy parece lunes, el cielo ya no es el de ayer, mis palabras ya no son las q eran, mis labios monologan una sinfonía mono-tono y los pinceles se han kedado duros por el frío…y qué hago, me kedo a esperar a q se calienten o intento encender un fueguito? lo cierto es q ninguna solución es tan buena como la q no digo. De q me sirve predicar si luego por hablar fumada me hago un lío y se me olvidan las creencias caprichosas de mi ente? Dime, tú q entiendes de qué hablo, por qué no miré los cuadros mientras me susurrabas?
12 enero 2007
09 enero 2007
08 enero 2007
que uno mire, allí están, en un grupito
o caminando a solas por la acera.
Hay una cantidad inmensa. Son
cual plagas-marabunta de dos patas.
Invaden la ciudad. Están presentes
en bares, autobuses, en las casas...
Allí adonde uno vaya, allí están ellas.
Con su maldad pequeña en la sonrisa
y sádica mirada, a veces dulce,
les gusta torturarnos hasta el límite.
Lo sé por experiencias reiteradas.
Me atraen ofreciéndome un placer
que es bueno, pero luego me atormentan.
Y si escapo me atrapan nuevamente.
Altivas, recelosas, vigilantes,
buscan presas por calles o reuniones.
Saben cómo -y lo logran- dominarnos.
Disponen a su antojo de nosotros.
Les gusta estrangularnos con sus piernas.
Somos babeantes servidores suyos
que deben ir tras ellas. Como esclavos.
Nos son imprescindibles las malditas.
José María Fonollosa, Ciudad del hombre: Barcelona. 1996.
03 enero 2007
Para los que no salimos indemnes
Muchos mueren demasiado tarde,
y algunos mueren demasiado pronto,
Y ahí está la extraña doctrina de Nietzsche:
"muere a tiempo!"
Algo parecido es eso de salir indemne:
ascender a las montañas más altas
y reírse de todas las tragedias,
hasta q parezca q estás elevado!
Pero que hay de los q no consiguen subir
porque no aprenden lo q es la muerte libre?
los q creyeron en el ocaso más q en la eternidad,
los q hicieron pactos con el diablo,
los q se kitaron la piel a tiras para sentirse más desnudos,
los q se clavaron el puñal más adentro,
los q no pudieron esconderse de su terquedad,
dime, que hay de los q no salimos indemnes?