27 febrero 2007
Pequeños Extractos de Cordura
y sólo uno para los dominados.
Se han juntado el miedo y la inercia,
y el mundo se ha vuelto chiquito:
el pájaro ha huido a su regazo
y el mono ha regresado a su brazo.
Realmente el mundo goza de variedades:
hombres con mal gusto,
hombres talentosos,
y exquisiteces de ranas absueltas.
Hay todo un olvido para los aburridos,
y solo uno para los suspendidos,
pero si se pudiera elegir, sería en otro mundo.
23 febrero 2007
Ejercicio gratuíto e innecesario de auto-crítica metamórfica.
20 febrero 2007
Rank Xerox
Y yo, que para ser un hombre mi tiempo le tengo mucho respeto al diccionario, me siento impelido a buscar entre mi lista de certidumbres una fuerza cuya acción sea capaz de situarme en las antípodas de lo previsible. A fecha de hoy todavía no me las había tenido que ver con algo así.
14 febrero 2007
En mi insomnio
e imagino tus versos sin sonido al son de mi cadencia.
En mi insomnio las sábanas pertenecen a nuestros manatíes,
y los pliegues saborean el mordisco herido de nuestras caderas apretadas.
En mi insomnio tus partículas de memoria poseen mis senos de agua,
y, dentro, todo se funde en temblor de piernas y saliva de cama.
En mi insomnio mi monito se cuelga de tu brazo,
y sueño que te tengo y no.
En mi insomnio sin noche no entiendo el despertar de mis murmullos,
que evocan los cánticos del pajarillo olvidado.
En mi insomnio todo estallará debajo de la cama,
y no podremos revolcarnos,
porque en un solo movimiento, amor
nos comeremos el aire.
13 febrero 2007
De las cátedras de la virtud
Le habían alabado a Zaratustra un sabio que sabía hablar bien del dormir y de la virtud: por ello, se decía, era muy honrado y recompensado, y todos los jóvenes se sentaban ante su cátedra. A él acudió Zaratustra, y junto con todos los jóvenes se sentó ante su cátedra. Y así habló el sabio:
¡Sentid respeto y pudor ante el dormir! ¡Eso es lo primero! ¡Y evitad a todos los que duermen mal y están desvelados por la noche!
Incluso el ladrón siente pudor ante el dormir: siempre roba a hurtadillas y en silencio por la noche. En cambio el vigilante nocturno carece de pudor, sin pudor alguno vagabundea con su trompeta.
Dormir no es arte pequeño: se necesita, para ello, estar desvelado el día entero.
Diez veces tienes que superarte a ti mismo durante el día: esto produce una fatiga buena y es adormidera del alma. Diez veces tienes que volver a reconciliarte a ti contigo mismo; pues la superación es amargura, y mal duerme el que no se ha reconciliado.
Diez verdades tienes que encontrar durante el día: de otro modo, sigues buscando la verdad durante la noche, y tu alma ha quedado hambrienta.
Diez veces tienes que reír durante el día, y regocijarte: de lo contrario, el estómago, ese padre de la tribulación, te molesta en la noche.
Pocos saben esto: pero es necesario tener todas las virtudes para dormir bien. ¿Diré yo falso testimonio? ¿Cometeré yo adulterio?
¿Me dejaré llevar a desear la sierva de mi prójimo? Todo esto se avendría mal con el buen dormir.
Y aunque se tengan todas las virtudes, es necesario entender aún de una cosa: de mandar a dormir a tiempo a las virtudes mismas.
¡Para que no disputen entre sí esas lindas mujercitas! ¡Y sobre ti, desventurado!
Paz con Dios y con el vecino: así lo quiere el buen dormir. ¡Y paz incluso con el demonio del vecino! De lo contrario, rondará en tu casa por la noche.
¡Honor y obediencia a la autoridad, incluso a la autoridad torcida! ¡Así lo quiere el buen dormir! ¿Qué puedo yo hacer si al poder le gusta caminar sobre piernas torcidas?
Para mí el mejor pastor será siempre aquel que lleva sus ovejas al prado más verde, esto se aviene con el buen dormir.
No quiero muchos honores, ni grandes tesoros: eso inflama el bazo. Pero se duerme mal sin un buen nombre y un pequeño tesoro.
Una compañía escasa me agrada más que una malvada: sin embargo, tiene que venir e irse en el momento oportuno. Esto se aviene con el buen dormir.
Mucho me agradan también los pobres de espíritu: fomentan el sueño. Son bienaventurados, especialmente si se les da siempre la razón.
Así transcurre el día para el virtuoso. ¡Mas cuando la noche llega me guardo bien de llamar al dormir! ¡El dormir, que es el señor de las virtudes, no quiere que lo llamen!
Sino que pienso en lo que yo he hecho y he pensado durante el día. Rumiando me interrogo a mí mismo, paciente igual que una vaca: ¿cuáles han sido, pues, tus diez superaciones?
¿Y cuáles han sido las diez reconciliaciones, y las diez verdades, y las diez carcajadas con que mi corazón se hizo bien a sí mismo?
Reflexionando sobre estas cosas, y mecido por cuarenta pensamientos, de repente me asalta el dormir, el no llamado, el señor de las virtudes.
El dormir llama a la puerta de mis ojos: éstos se vuelven entonces pesados. El dormir toca mi boca: ésta queda entonces abierta.
En verdad, con suave calzado viene a mí él, el más encantador de los ladrones, y me roba mis pensamientos: entonces yo me quedo en pie como un tonto, igual que esta cátedra.
Pero no estoy así durante mucho tiempo: en seguida me acuesto.
Mientras Zaratustra oía hablar así a aquel sabio se reía en su corazón: pues una luz había aparecido entretanto en su horizonte. Y habló así a su corazón:
Un necio es para mí este sabio con sus cuarenta pensamientos: pero yo creo que entiende bien de dormir.
¡Feliz quien habite en la cercanía de este sabio! Semejante dormir se contagia, aun a través de un espeso muro se contagia. Un hechizo mora también en su cátedra. Y no en vano se han sentado los jóvenes ante el predicador de la virtud.
Su sabiduría dice: velar para dormir bien. Y en verdad, si la vida careciese de sentido y yo tuviera que elegir un sinsentido, éste sería para mí el sinsentido más digno de que se lo eligiese.
Ahora comprendo claramente lo que en otro tiempo se buscaba ante todo cuando se buscaban maestros de virtud. ¡Buen dormir es lo que se buscaba, y, para ello, virtudes que fueran como adormideras!
Para todos estos alabados sabios de las cátedras era sabiduría el dormir sin soñar: no conocían mejor sentido de la vida.
Y todavía hoy hay algunos como este predicador de la virtud, y no siempre tan honestos: pero su tiempo ha pasado. Y no hace mucho que están en pie: y ya se tienden.
Bienaventurados son estos somnolientos: pues no tardarán en quedar dormidos.
Así habló Zaratustra.
12 febrero 2007
En Valencia (todavía), a casi doce de febrero de un curioso dosmil siete.
08 febrero 2007
De kién es este foro? me lo pregunto porque lo estoy invadiendo de escritos, y ya me está dando reparo. A alguien debo agradecer esto. Sinceramente, es un buen método para soportarse. Esto de escribir a alguien y no escribir a nadie en particular tiene su punto. El caso es q hoy llueve a cantaros y me han obligado a salir de casa p firmar unos papelitos q detesto. Los aborrezco por su falta de gracia y porque me recuerdan la retrospectiva del personaje q representé. Me he montado en un tren y, hasta q he llegado al supuesto destino, he ido viendo pasar cada uno de los trenes en los q he montado p firmar y desfirmar la venta de mi alma. Son muchos ya y, a pesar de q me producen mareo, lo sigo haciendo, sigo montando en los trenes sin cómicos. Y a mi me gustan esos vagones en los q aparece un tío desdentado con una guitarra y se pone a saltar de contento, y te dan ganas de ponerte a cantar con él, porque encima luego se le olvida pasar la gorra, y tú te preguntas: si este tío pasa de cobrar las gracias, qué coño hago yo sentada yendo a un destino a cobrar mis seriedades? Y es que, cuando salí de casa, se me olvidó el pacto q había hecho el cuerpo con mi alma, q se la lleva prisionera con cadenas al campamento del enemigo. Lo peor ha sido cuando he llegado a mi destino y me han sentado en una de esas butacas con olor a terciopelo violeta y a tecnología punta. Me han entrado unas ganas irresistibles de devolver, pero me he kedado allí pasmada, con cara de simpática, como si no supiera lo q iba a firmar. Ha llegado una mujer madura. Pensé q era una de esas super directoras trajeadas q me iba a contar el cuento de la lechera y cómo ordeñar mis rentabilidades. Pero no, ha soltado una carcajada mirándome a la cara. Y eso, para alguien de su posición, resulta algo más q cómico. Ninguna business manager, hoy en día, mira a la cara a uno de sus futuros recursos y se ríe como si hiciera buen tiempo. Lo digo yo q he visto a muchas. Debe ser que me ha debido leer los pocos pensamientos irónicos q me kedaban en ese momento. Y me ha ofrecido a su perro, un caniche rapao q se parece a la oveja lucero. Y acto seguido, como ha visto mi cara de póquer, también me ha ofrecido a su hijo. Luego, lo he entendido todo mucho mejor. Me ha explicado q para un mujer q va entrar en la treintena, soltera, sin hijos y sin ningún animal ni hombre a su cargo, la jugada me iba a salir cara. Vamos q hacienda me iba a pegar el palo, y q no merecían la pena los recorridos en trenes sin gracia. En fin, estas cosas q te pasan una mañana y no entiendes muy bien porqué, pero siempre piensas q es una señal del más allá. Aún así, he cogido la pluma y he firmado compulsivamente unas veinte hojas. Por dentro se me han caído unas veinte lágrimas por hoja, pero he seguido sonriendo. Acto seguido he montado en el mismo tren de vuelta. Ha sonado el móvil. Era mi condescendiente padre para recordarme que, de no comprar una casa rapidito, en un mes a no más tardar, el estado iba a tomarse la justicia por su mano, nunca mejor dicho. Y ya de paso también ha matizado que, de comprar, mis obligaciones serían las de viajar indefinidamente en uno de esos inalterables vagones. Así, q he llegado a mi casa y he pasado de irme a montar en bici con los snobs de turno. He pensado en coger la botella y mañana will be another day…pero joder, con la de sueños q tú tenías en tu infancia viajando en barco con tu monito Crispín!!!
07 febrero 2007
"Ya no hablas igual"- eso me dijeron. La palabra Canadá y el trineo con perros de plastilina no parecen sonar de la misma forma en mis labios azul klein. Así q hoy prometo no imitar a nadie y escribir con mi propia patente, con las palabras q yo misma modelé antes de q la paloma mensajera pasara por mi tejado. Lo siento, esto incluye a la "k" y a la "q" aunque no agraden.
Me educaron, como a casi todos, para aceptar las llamadas leyes de la ciencia. Sí, esas q nos hacen la vida más cómoda aunque eso no presuponga nada en lo q se refiere a su validez. Y es q estas leyes nos hacen gustarnos tanto q nos consideramos los pequeños principitos de la tierra….Pero alguien ya muerto tuvo sus dudas al respecto, y yo, por obra de la bienaventurada casualidad, me encontré con una de sus partículas subatómicas. Y ahora soy una de esas pseudos q no puede soportar la seriedad de la vida y q le gusta opinar q hay 12 variedades de quarks q se distinguen por seis sabores, tres colores, tres anticolores y varios grados de rareza. El azar, el orden aleatorio y los juegos han hecho temblar las leyes, realmente se han vuelto poco sólidas. Y ya no existe la marcha atrás prudente, sólo la vuelta de tuerca irónica. Por eso, por mucho q pienso y me estrujo la cabeza, lo único q tengo claro a día de hoy es el deseo de kerer habitar en cualkier lugar en el q haya una gran aceptación para los pseudos y poder maravillarme cada día haciendo una máscara con agujeros transpirables para mi adorable.