17 septiembre 2007

No te dejes ninguna vela encendida

...

.:.

Cien gaviotas dónde irán...



Sé un Mejor Amante del Cine
¿Quieres saber cómo? ¡Deja que otras personas te ayuden! .

09 julio 2007

se trata de ir sumando lunes

"...Te he echado de menos hoy, exactamente igual que ayer,
confío en que siempre estaré, contigo aunque no estés..."
 

 

Los Secretos  - Te He Echado De Menos



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20 junio 2007

Semilla en la Tierra

Duele, la vida como un puñal hay veces que duele
Y nada tiene que ver con tu boca
Que hecha para besar hay veces que muerde
Que anuncia cordura y a veces se vuelve loca
Y duele porque la piel no es materia inerte
Y duele porque el querer es dolerse a veces
Tiembla, la vida como con miedo hay veces que tiembla
Y nada tiene que ver con el aire
Que mueve tu ropa en noches de luna escueta
Que aprieta, suelta y evoca y me enloquece
Y tiembla por los latidos que tú provocas
Y también porque el querer es temblar a veces
Y cada uno en su camino va cantando espantando sus penas
Y cada cual en su destino va llenando de soles sus venas
Y yo aquí sigo en mi trinchera, corazón, tirando piedras
Contra la última frontera
La que separa el mar del cielo del color de tus maneras
La que me lleva a la guerra
A ser semilla en la tierra
Y no me pidas tanto, corazón
Que tengo poco aire en el pulmón
Lo que tengo es un castillo en el cielo
Si viene la guadaña a mi rincón
Enjuágame la frente en tu sudor
Y le das un beso a todos si me muero
Ríe, la vida como un volcán hay veces que ríe
Y nada tiene que ver con el tiempo
Se ríe porque para ella somos tan leves
Como el humo azul que del pudor se desprende
Y ríe porque tu llanto se lo merece
Y también porque el querer es reírse a veces.
Vive, la vida por compasión hay veces que vive
Y nada tiene que ver con la muerte
Y cuando llegue ese instante déjame verte
Que no hay mayor libertad que tenerte enfrente
Y que nadie sea absuelto por no quererse
Y vive porque el querer es vivir con creces
Y si todo es semilla no me dolerá la astilla
Que sangran de mi costado tus andares de chiquilla
Y no me digas nada, déjame a mí en mi ventana
Con los pies del otro lado, yo me fumo mis mañanas

Carlos Chaouen (Totem)

10 junio 2007

A destiempo...

Tarde y mal. Así es cómo escribo. Tarde y mal.

Cómo duele admitir que tu ausencia ha sido más poderosa que tus anticonsejos: Queridos amigos haced caso de mi anticonsejo: si queréis que el viaje sea de verdad inolvidable, que la prudencia sea el primer lastre a lanzar cuando el globo pierda altura.

 

Sabio consejo, cobardes aconsejados.

 

Así nos pedías que participásemos más en este foro que nos habíamos acostumbrado a ver desde la acera. Todos hemos pecado de demasiado prudentes, demasiado perezosos, demasiado tímidos, demasiado cautos, demasiado reservados, demasiado disfraz, demasiadas letras no escritas, demasiadas palabras no pronunciadas. Demasiado demasiados…

 

Tarde y mal.

 

Mi balance del debe y el haber no cuadra.

 

La primera frase que leí del último libro que me regalaste decía así "Mi padre, al irse, regaló medio siglo a mi niñez". Cuando supe de tu marcha, busqué consuelo en aquellas mismas páginas. La frase que me esperaba esta vez era otra: "Siempre es una pena lo que nos acerca al alma".

 

 Demasiada verdad.

 

No debe ser tan mala cosa eso de morirse; a fin de cuentas, mucha gente famosa, a quien le ha ido muy bien en la vida, lo ha hecho anteriormente.

M. Brieva.

 

Chim pun.

 

Siempre que te recuerde lo haré con una sonrisa.

29 mayo 2007

Poema para simios

¿Qué es mejor?
saber que lo sabes, ignorarlo, hacerse la ingenua,
o cerrar los ojos y seguir viendo monos.
Pensar en las cosas mundanas de humanos
es insípido y superfluo,
tal como pensar en el más allá,
o intentar querer que te quieran.

¿Filosofía? ¿metafísica?
Qué saben esos monos
subidos a sus árboles
colgados con sus colas robustas
ciegos de verde, morados de inconsciencia…
pero…¿hay acaso filosofía mejor que la suya?
que es la de no saber por qué se cuelgan
ni saber que no lo saben.

08 mayo 2007

Yo no sé cuánto suman 30 días vista:

6 noches en vela,
10 partidas perdidas,
2 retratos de línea,
16 modelados de peones,
3±1 países de colores,
3 millones de amorcitos,
1 pelea de contexto,
2 Foster Hollywood,
1 película coreana,
1 paseo imaginario en piragua…

¿de verdad pensaste
que sabría conformarme
con tu horizonte de días,
pudiendo jugar a imaginar
el número de calorías perdidas?
¿sumas peras o sandías?
¿restas momentos o días?
Por eso,
que cinco años me parece más “sensacionalista”,
y concierno los hechos a 30 sensaciones vista.
Siempre es mejor calcular emociones
que vender calefacciones.
Pregúntame si me importa
la bola del mundo iluminada,
o si prefiero ver tigres de Bengala
en una huerta valenciana.
Salmos poperos de agua,
luna mal iluminada,
sábanas manchadas,
barba mal peinada…
¿de verdad creíste
que podría compartirte?
mesa del silencio,
puerta del beso,
columna del incienso,
pregúntame si es sólo eso
o si, de verdad, renuncias a eso.

04 mayo 2007

- Me hubiera gustado conocerte
cinco años más tarde - Me dijiste.
Pero cariño, uno no elige la fecha de los momentos,
uno se limita a vivirlos, que ya es bastante.
Porque con las prisas que anda el tiempo
de aquí a unos cinco años es posible que yo haya cambiado
de lugar de residencia
de trabajo
de peinado
de tamaño
de hábitos alimenticios
de vicios
de horarios
de estado civil y de salud
de orientación política
de entidad bancaria
y de marca de colonia.
Quiero decir que lo que ahora nos concierne
es lo que vamos a hacer de aquí a treinta días vista,
en tu cama o en la mía,
y las noches hasta la mañana
con el prodigio de tu presencia,
los concursos de dibujo,
la tarta de manzana,
la cama estrecha, la maleta.
Y no me importa que de vez en cuando esto parezca
una película surrealista coreana
en blanco y negro,
subtitulada,
de dos horitas largas,
donde los protagonistas gesticulan y se gritan a destiempo,
donde no sabes qué carajo está pasando.
Me dices que te hubiera gustado conocerme
cinco años más tarde.
Si sigo adelgazando de aquí a cinco años seré transparente.
Por eso creo que es mejor así y ahora.
Porque al fin y al cabo dentro de cinco años
vete tú a saber en qué continente maldormimos.

19 abril 2007

No sé si aún recuerdas,
el otro día pensamos en comprar un lorito
que recitara tu silencio,
y yo te conté que en mis sueños había leído
que una oruga tocaba la cítara con secreciones de mercurio.

No sé si ya dormía,
porque te oí recitándome poesía,
y recuerdo cómo me gustaba
y cuánto me aterraba que acabara el día.

Y terminó.

La noche resucitó tu habla,
y pensé dónde estaría el hámster,
y si es posible tener una flauta de tibia,
me explicaste que las mascotas se deprimen,
se aburren
tanto como distanciados
tú y yo.

Insisto:
no sé si aún recuerdas,
o
si callas mejor que yo.

13 abril 2007

Esta noche intenté escribir,
era un poema,
siempre que viajo
lo hago,
pienso:
por lo que no dije
por la que no fui

aunque en realidad
da igual,
es una idiotez,
porque, por otra parte,
son siempre los otros,
los que mueren.
Parece trágico,
pero no lo es,
es simplemente una forma
de confesar
lo que mi sobriedad impide.
Pues eso,
que da igual
dónde,
mientras siga siendo
así.

09 abril 2007

Sabes que no sé
cuándo,
no sé ni siquiera
cómo,
sólo imagino que sé
todo,
y me realzo
me crezco
me acelero
me extasío…
Me estaba yendo muy bien,
eso dijo mi amiga,
y yo quise creer que sí,
pero
hoy
sabes que no sé hacer el
qué,
y me duele la cabeza,
geometrías cinéticas de infancia:
futbolín
tribial
tetris
ajedrez.

Sabes que no sé
dormir
pero
tú,
sólo tú
sabes
lo mucho
que quiero llegar
allí.

03 abril 2007

Desde los casi 3 meses hasta los íntimos besos,
desde Siberia hasta el desierto de arena,
desde la nieve hasta las pamelas para el sol,
desde los perros de trineo con correa de seda hasta los monitos tití,
desde Marcela y su gato hasta Erna con sombrero,
desde el ahorcado marroquí hasta el ajedrez de mi rey,
desde la intolerancia y soberbia más absoluta hasta la liviandad más radiante,
desde tu sensual barba hasta tu intocable nuez…

Si duchamp resucitara,
pensaría q sigo sus pasos malamente,
que doy bandazos de inquietud,
que lejos de partir sin maleta y sin bocetos,
voy con un saco de materias variadas…
pero permanecería en silencio y no me diría nada,
sólo una leve sonrisa escaparía de sus labios.

A veces, imagino que tú eres él,
que has venido a rescatarme desde el mundo del vidrio,
y que, por eso, contratas a guías q me hagan reír,
y te haces fotos con monitos bufones.

A veces, tb imagino que vamos en barco desde una orilla hasta la otra,
como Florentino Ariza y Fermina Daza,
y que tú, me vuelves a preguntar como hiciera ella:
“¿Hasta cuando cree usted que podemos seguir en este ir y venir del carajo?”
Y yo, como hiciera él, te respondo:
“Toda la vida”.
Estamos en abril y las cuentas me salen raras:
demasiados meses para tan poco año.
Cómo es posible que un parpadeo sea tanto tiempo.
De Sydney a Marrackech,
pasando por Londres y Vancouver,
he perdido aviones, trenes y billetes de autobús.
He viajado con rumanos que me ofrecían
plátanos y cerveza,
he ocultado hachís en la maleta,
he retratado a marcela,
he contratado un guía,
me he hecho fotos con un mono,
he probado más de sesenta tipos de besos
y aunque he cambiado de trabajo,
a final de mes cobro lo mismo.
Si tuviera que resumir diría
que me he sentido sólo
más veces de lo previsto,
y que aunque porcentualmente hablando
las noches con aida hayan sido escasas,
despertarme de vez en cuando
con su lenguaje de murmullos
ha sido
sin duda
la mejor porción del calendario.

Por eso me inquietan tanto
estas destartaladas semanas
que suceden entre una vez y la siguiente.

Por eso las cuentas me salen raras.

29 marzo 2007

Parámetros, dosis, encaje de bolillos y otras métricas

Todo el mundo sabe que los cinco parámetros para evaluar a un jugador de ajedrez son: la memoria visual, el poder combinatorio, la velocidad para calcular, el poder de concentración y el pensamiento lógico. Y del mismo modo, todo el mundo intuye que los pasos requeridos para dominar el juego de ajedrez son similares a las técnicas psicoanalíticas.

 

Así que, en una época en la q las piezas no me encajaban demasiado bien y me dedicaba a pensar continuamente en el destino de mi calendario, me empeñé en buscar a hombres q tuvieran la proporción adecuada de cada uno de estos componentes ajedrecísticos. Para ello, les sometía a unas 10 partidas de ajedrez y a unas 3 preguntillas del psicoanálisis freudiano relativas, solamente, al preconsciente. Pensaba que, conociendo las medidas exactas de estos parámetros, mi búsqueda sería tan exitosa como divertida. Aunque, he de admitir que, al final, las puntuaciones las enjuiciaba por comparación. Y, por el dicho también se sabe, que las comparaciones son tan injustas como engañosas.

 

El caso es que, añadiendo el matiz de que la ansiedad y el miedo son situaciones que desestabilizan a un ajedrecista de cualquier nivel, a fecha de hoy, debo confesar que a mí me encajan las piezas mucho mejor q antes. ¿Será por qué he llegado a comprender que a veces es necesario sacrificar algunas piezas para poder ganar ciertas partidas? ¿Será por qué me he dado cuenta de q no ganaré nunca una partida si no trankilizo a mi reina y la saco de paseo? ¿O…kizá, es por el hecho de q mi nuevo contrincante, a pesar de odiar la competición, luche en el campo mejor q Leónidas y sus 300?

Empirismo trasnochado

La postura que tienes al despertar es lo que decide cómo va a ser el día que te espera. Verdad de la buena. Hoy al volver a casa andando se me ha mojado hasta el papel de fumar y ahora aporreo renglones a las tres de la mañana a ver si con el ruidito y las conclusiones tontas me quedo dormido. Mi cama me parece estúpida, creo que mañana despertaré bajo el mismo techo azul (sospecho que en la misma postura) y esta noche he llegado a la conclusión de que uno puede saber quién es contestando a cinco cuestiones muy simples: horario y composición de tus comidas, dónde estabas el sábado pasado a las cuatro de la mañana, los números de teléfono que aparecen en tu última factura, frecuencia en la masturbación y saldo neto a fin de mes. Por mi parte, lo que intento es encontrar la proporción adecuada de algunas cosas: la longitud del beso, los centímetros de barba, las horas de sueño, la frecuencia del deseo, el tamaño de la cama, las cervezas necesarias, la distancia soportable, la jornada laboral y el número de amigos. Quizá conociendo la dosis exacta de todo esto me encajen mejor las piezas y la máquina se mueva, y da igual hacia adónde pero que se mueva. Al fin y al cabo todo es cuestión de dosis, proporción, postura, frecuencia, número, momento. Cuántas noches por semana, cuántos días al mes, el destino de mi sueldo, mi lugar de residencia, sábado sí sábado no, la adicción al calendario o cuándo llega la hora de decir dos palabritas.

23 marzo 2007

Tradición filosófica de la substancia

Decidí escribir según el peculiar proceso de Roussel, ya que parecía q tenía las palabras clave, o mejor dicho, tenía las certidumbres marroquíes de dos viajeros despistados. Sin embargo, mi nivel de redacción narrativa, al igual que mi ya consabido temple, no han mostrado ser suficientemente equilibrados, oscilando mi punto de inflexión entre cero e infinito. Así pues, resuelvo ceder la historia de la route a mi paciente compañero de aventuras, ofreciéndole estas oraciones - tan íntimas como públicas - como si de la técnica del mismo Roussel se tratase:

- Tourist photo con Amedio
- Anuncian por el altavoz: hay unos viajeros que, a última hora, han decidido no embarcar
- Por pedir otro bocadillo de jamón “vas a la tuya”…
- Una dieta equilibrada: Cuscús, tajin, y un largo etc.
- “Attention” q rima con “Satisfaction”
- Zombis de la cuneta sin un por qué aparente
- Cientos de militares a lo Paco Pérez
- Tensión matutina en la rent a car
- Mohamed V compra todas las avenidas
- La capacidad innata de ser embaucado
- El regateo es de cobardes y los collares eran de plástico barato
- La moda del burrito
- Cascadas en la lejanía
- Fez por unanimidad se lleva el Goya, por lo menos en la modalidad de bañeras
- Cómprate una Madraza por 36000€!
- Piedritas en todos los bolsillos
- Por si acaso…tómate cuantas cervecitas puedas allá donde las veas…
- Por ser tú…un especial precio!
- Horror vacui
- Será verdad lo del rayo láser de Hassan?
- Yo tengo un primo…
- “Que te jodan” y una larga súplica de redención
- Para los turistas…vacaciones en un Hamman!
- Vamos a Meknès a comprar más dulces…!
- Un sueño: Rabat y el marisco
- Yo es que todavía, por más q me esfuerzo, no pillo tu forma de viajar
- No se me olvida el ahorcado…”bienvenido amigo”

Y para terminar con un exceso de intimidad y demostración, más q sobrada, de mis dotes del francés: Je voudrai savoir mon amour si nous pouvons faire un autre voyage pour le monde?

02 marzo 2007

Red de zurcidos de sabiduría

A sabiendas que títulos como “Quebrar mordiendo” o “Adornar” son fruto de la energía sin inteligencia de los dedos al lanzar tres monedas chinas, o simplemente, son obra del azar de unos pensamientos no controlados; siendo consciente de todo esto y más, debo constatar aki que, a pesar de q el I Ching no contempla el hexagrama: “No preguntes más pesada”, yo defiendo la famosa sentencia: ex nihilo nihil fit (nada se crea de la nada). Así que, también keda medio dicho que apoyo la teoría de la transformación de la felicidad como si de energía se tratase; con la anotación científica correspondiente de que, en todo proceso de transformación, algo de energía se pierde por el camino…aunque, cierto es también, q el keso de cabra aporta mucho componente energético en momentos de felicidad consumada y q ayuda a reponer fantásticamente los depósitos de partículas de lozanía…
Pero volviendo a mi frase vacía de la capacidad de sacar de la nada (creatio ex nihilo), me pregunto si, entre tanto viaje y destino primitivo, tendremos q volver a la nada para estar más cerca del despliegue de nuestras plenitudes creativas, o si, por el contrario, recurriremos a nuestras particulares normas del aburrimiento y la impotencia melancólica…
Aún con todas estas profecías de mi Oráculo infantil, q parecieran casi científicas, realmente, a mi me sigue dando igual si la verdadera creación artística de mi pasión parte de la hoja en blanco o de las sucesivas tormentas mundanales….

01 marzo 2007

Reflexología (o pensar con los pies)

A tenor de lo que dicen los horóscopos y algunos boleros, salud, dinero y amor parecen ser los componentes esenciales de la felicidad. Claro que se trata de una arquitectura tan endeble que un análisis de sangre o un salario mileurista pueden convertir la fórmula en pura bagatela. Por eso durante un tiempo consideré que la disponibilidad de ron cacique, comprobar dónde acaba el hilito del tanga o no tener que madrugar eran ingredientes mucho más meritorios y dignos de mi esfuerzo; vive Dios que en ello puse todo mi entusiasmo aunque ahora tenga que reconocer que no sé si fue por inercia o por verdadera convicción. Lo cierto es que al cabo de los años ninguna de las dos posturas ha acabado de convencerme: una por falsa y la otra, sencillamente, por estresante. Así que el único camino parece ser buscar más alicientes. Una dieta adecuada, elegir bien el lugar de residencia y planificar tus vacaciones son desde luego elementos muy válidos, pero tampoco. Aprender otro idioma, adquirir aparatos electrónicos o ser profesionales en nuestro trabajo también son detalles que sin duda podrían ayudarnos a mantener risueño el karma, de no ser, claro está, porque en el fondo sabemos que sus efectos son muy limitados en el tiempo ¿Qué nos queda entonces? Cambiar de marca de ron, buscar otro trabajo, viajar, intentar a toda costa no aburrirnos... Hay quien opta por los libros de autoayuda, también los hay que se casan, o se apuntan a un curso de fotografía, incluso conozco a un par de tipos que aprendieron élfico. Por lo que a mí respecta, generalmente tengo mis dudas sobre el procedimiento adecuado; de hecho, últimamente creo que nada importa demasiado: cualquier sábado te ves compartiendo vino y queso de cabra a las siete de la mañana mientras hablas de pintores locos y de guerras africanas, o perdiendo el metro por escasos centímetros -a ti se te caían las medias de correr tanto- por entretenernos más de la cuenta en el sofá. Y ocurre que un día, de repente, desayunas.Y ya no te extraña que los mismos dedos que escribieron aquello de que era mejor huir que besar siempre los mismos labios, ahora se declaren adictos a la yema de otros dedos. El I Ching, los billetes de ida y vuelta, el horóscopo y las destilerías, la inercia... son tantos los elementos a tener en cuenta que, después de hacer balance y de deshacerme en esfuerzos, sólo alcanzo a plantarme en una conclusión más propia de un sobrecillo de azúcar que producto de una reflexión seria: la felicidad no se crea ni se destruye, simplemente se transforma.

27 febrero 2007

Pequeños Extractos de Cordura

Hay todo un mundo para los abandonados,
y sólo uno para los dominados.
Se han juntado el miedo y la inercia,
y el mundo se ha vuelto chiquito:
el pájaro ha huido a su regazo
y el mono ha regresado a su brazo.
Realmente el mundo goza de variedades:
hombres con mal gusto,
hombres talentosos,
y exquisiteces de ranas absueltas.
Hay todo un olvido para los aburridos,
y solo uno para los suspendidos,
pero si se pudiera elegir, sería en otro mundo.

23 febrero 2007

Ejercicio gratuíto e innecesario de auto-crítica metamórfica.

Tanta gente había hecho tratos con el diablo que no pensé que fuese tan difícil endosarle mi alma. Aquel cornudo la inspeccionó de arriba abajo y después de mirarla un rato al trasluz me la devolvió con una mueca de desagrado. No la quería, decía que ya estaba usada. Vaya una mierda de negocio, pensé. Probé entonces con la alquimia, a ver si sonaba la flauta y podía convertirla en oro, hasta me conformaba con convertirla en plomo y venderla a peso. Pero era una disciplina muy dura que exigía dedicación exclusiva, muchas horas, demasiados símbolos a descifrar, un coñazo, vamos. Y ocurrió que como siempre me quedé a mitad y sólo alcancé a convertir mi alma en piedra pómez. Sí, esa que flota, la que tiene nombre como de apellido de niño castigado sin recreo: Pómez. Esa es la razón por la que ahora me veo en una situación en la que, aun siendo agradable al tacto e incluso buen compañero de bañera, a mis treinta sanfermines tengo más bien poca prestancia, escasas posesiones y un humor color azabache. Sé que de habérmelo currado un poquito más con el rollo de la alquimia podría haber sido todo un galán biempensante, bien peinado y hasta bien motorizado. Me anticipo a la crítica: esto tiene toda la pinta de ser mi modo de consolarme, pues siendo consciente de que sólo soy un pobre diablo, describo mis pensamientos con una forzada ironía que si bien no me disculpa, confiere a la situación un toque ácido a la par que romántico. Qué va, qué va, ni mucho menos, escribo todo esto porque mis compañeros de piso (eufemismo de "mis padres") me han dejado la noche libre y ando por la casa ejerciendo mis vicios a diestro y siniestro, que no hay nada como tener un teclado a mano mientras fumas, así de adolescentes son mis motivos... Bueno, pero yo hablaba de la piedra pómez, y de que podría haber hecho las cosas de otra manera, pero el caso es que ando aquí a las cinco y pico de la mañana esperando furioso al viernes, mítico viernes, cuando a golpe de autobús me deshaga de la inercia y algunos cientos de kilómetros después suba al cielo peldaño a peldaño para escribir con mordiscos lo que todavía no me ha pasado. Los manatíes, o vacas marinas, son grandes mamíferos acuáticos que salen a respirar cada tres o cuatro minutos. Feos hasta lo simpático, gustan de vivir solitarios hasta que en época de apareamiento buscan a una hembra con la que copular. Yo, que ya ando cansado de océanos, y de acuarios, y de toda la parafernalia esa de la vida submarina, lo único que quiero es respirar todo el tiempo. Por eso a estas horas parezco tonto intentando en vano calcular que hora será en Australia, si ahora estarán en ayer o en mañana. Pero decía que ando aquí a las cinco y pico de la mañana, ya casi las seis, dándole vueltas a la alquimia, la distancia, los mordiscos y la piedra pómez. Algo andará mal en todo esto, las franjas horarias, la inercia, el imsonmio de las musas, los mensajes de texto a medio dormir, vete tú a saber, el caso es que es tarde, no me queda cerveza y empiezo a tener sueño. Y todo este mediocre monólogo para confesar, colilla en mano, que nada ha vuelto a ser lo mismo desde que sé dónde se apoyan las vigas que sostienen el cielo.

20 febrero 2007

Rank Xerox

A fecha de hoy todavía no me las había tenido que ver con una fotocopiadora. Como hombre de mi tiempo, se supone que estoy más que versado en el manejo de todo ese tipo de artefactos tecnológicos que funcionan a base de toquecitos suaves con la punta del dedo, o al menos eso es lo que pensaba yo antes de enfrentarme a diario con un invento tan infernal como la fotocopiadora. Seleccionar orientación y tamaño, a una cara o a dos, las pares juntas o par-impar. Seleccionar origen de la copia. No hay papel. Una cara bien, la otra al revés. Falta la hoja del final. Quince copias. Una luz roja que no sé lo que significa ¿Cancelar copia? ¿Sí, No? Volvemos a empezar. Seleccionar orientación y tamaño, a una cara o dos, las pares juntas o par-impar. Quince más. Otra vez mal ¿Cancelar copia? Sí. Además de una sorda frustración, mi relación con la fotocopiadora supone a diario un desastre ecológico sin precedentes, tochos enteros de folios din a4 de la mejor calidad. Acercarme a ese bicho es sinónimo de blasfemias, pulsar más fuerte de lo conveniente, intentar ocultar las malas copias en la papelera. Pero aunque parezca algo estresante, últimamente he descubierto lo mucho que me entretiene descifrar los entresijos de ese arcano display táctil y sus tic-tics tan cabronzuelos, sus alquímicos iconos, su oscuro razonamiento. Si algo estoy aprendiendo es que cuando prescindes de instrucciones e improvisas con tu propia lógica, lo que pretendes se parece bien poco a lo que obtienes, aunque no por ello deja de ser divertido. Hoy me he acordado del día que teníamos que llevar al trabajo una fotocopia del dni y mi bizarro amigo Hugo trajo la suya en color tamaño folio, no es coña, es de lo mejorcito que he visto nunca. El caso es que desde que trabajo ocho horas los días parecen ser el resultado de fotocopias fallidas, una errónea selección de los parámetros; es como si faltase papel o se encendiese de vez en cuando una luz roja que no sé lo que significa. Intento tomármelo con calma: me distraigo con los aparatitos, observo a la gente, miro el calendario, me aburro. A veces me tomo un café y armado de valor me vuelvo a encarar con la fotocopiadora: a ver cómo me la juegas ahora, preciosa. Pero en general me aburro. Dudo del valor de todo esto y observo con interés cuánto de inercia hay en el hecho de que cada tarde decida ir a trabajar. Porque si no es inercia ya me dirás tú lo que es.
inercia:
(Del lat. inertĭa).
1. f. Mec. Propiedad de los cuerpos de no modificar su estado de reposo o movimiento si no es por la acción de una fuerza.
2. f. Rutina, desidia.
Y yo, que para ser un hombre mi tiempo le tengo mucho respeto al diccionario, me siento impelido a buscar entre mi lista de certidumbres una fuerza cuya acción sea capaz de situarme en las antípodas de lo previsible. A fecha de hoy todavía no me las había tenido que ver con algo así.

14 febrero 2007

En mi insomnio

En mi insomnio juego a mirarte mientras duermes,
e imagino tus versos sin sonido al son de mi cadencia.
En mi insomnio las sábanas pertenecen a nuestros manatíes,
y los pliegues saborean el mordisco herido de nuestras caderas apretadas.
En mi insomnio tus partículas de memoria poseen mis senos de agua,
y, dentro, todo se funde en temblor de piernas y saliva de cama.
En mi insomnio mi monito se cuelga de tu brazo,
y sueño que te tengo y no.
En mi insomnio sin noche no entiendo el despertar de mis murmullos,
que evocan los cánticos del pajarillo olvidado.
En mi insomnio todo estallará debajo de la cama,
y no podremos revolcarnos,
porque en un solo movimiento, amor
nos comeremos el aire.

13 febrero 2007

De las cátedras de la virtud

Le habían alabado a Zaratustra un sabio que sabía hablar bien del dormir y de la virtud: por ello, se decía, era muy honrado y recompensado, y todos los jóvenes se sentaban ante su cátedra. A él acudió Zaratustra, y junto con todos los jóvenes se sentó ante su cátedra. Y así habló el sabio:

  ¡Sentid respeto y pudor ante el dormir! ¡Eso es lo primero! ¡Y evitad a todos los que duermen mal y están desvelados por la noche!

  Incluso el ladrón siente pudor ante el dormir: siempre roba a hurtadillas y en silencio por la noche. En cambio el vigilante nocturno carece de pudor, sin pudor alguno vagabundea con su trompeta.

  Dormir no es arte pequeño: se necesita, para ello, estar desvelado el día entero.

  Diez veces tienes que superarte a ti mismo durante el día: esto produce una fatiga buena y es adormidera del alma. Diez veces tienes que volver a reconciliarte a ti contigo mismo; pues la superación es amargura, y mal duerme el que no se ha reconciliado.

  Diez verdades tienes que encontrar durante el día: de otro modo, sigues buscando la verdad durante la noche, y tu alma ha quedado hambrienta.

  Diez veces tienes que reír durante el día, y regocijarte: de lo contrario, el estómago, ese padre de la tribulación, te molesta en la noche.

  Pocos saben esto: pero es necesario tener todas las virtudes para dormir bien. ¿Diré yo falso testimonio? ¿Cometeré yo adulterio?

  ¿Me dejaré llevar a desear la sierva de mi prójimo? Todo esto se avendría mal con el buen dormir.

  Y aunque se tengan todas las virtudes, es necesario entender aún de una cosa: de mandar a dormir a tiempo a las virtudes mismas.

  ¡Para que no disputen entre sí esas lindas mujercitas! ¡Y sobre ti, desventurado!

  Paz con Dios y con el vecino: así lo quiere el buen dormir. ¡Y paz incluso con el demonio del vecino! De lo contrario, rondará en tu casa por la noche.

  ¡Honor y obediencia a la autoridad, incluso a la autoridad torcida! ¡Así lo quiere el buen dormir! ¿Qué puedo yo hacer si al poder le gusta caminar sobre piernas torcidas?

  Para mí el mejor pastor será siempre aquel que lleva sus ovejas al prado más verde, esto se aviene con el buen dormir.

  No quiero muchos honores, ni grandes tesoros: eso inflama el bazo. Pero se duerme mal sin un buen nombre y un pequeño tesoro.

  Una compañía escasa me agrada más que una malvada: sin embargo, tiene que venir e irse en el momento oportuno. Esto se aviene con el buen dormir.

  Mucho me agradan también los pobres de espíritu: fomentan el sueño. Son bienaventurados, especialmente si se les da siempre la razón.

  Así transcurre el día para el virtuoso. ¡Mas cuando la noche llega me guardo bien de llamar al dormir! ¡El dormir, que es el señor de las virtudes, no quiere que lo llamen!

  Sino que pienso en lo que yo he hecho y he pensado durante el día. Rumiando me interrogo a mí mismo, paciente igual que una vaca: ¿cuáles han sido, pues, tus diez superaciones?

  ¿Y cuáles han sido las diez reconciliaciones, y las diez verdades, y las diez carcajadas con que mi corazón se hizo bien a sí mismo?

  Reflexionando sobre estas cosas, y mecido por cuarenta pensamientos, de repente me asalta el dormir, el no llamado, el señor de las virtudes.

  El dormir llama a la puerta de mis ojos: éstos se vuelven entonces pesados. El dormir toca mi boca: ésta queda entonces abierta.

  En verdad, con suave calzado viene a mí él, el más encantador de los ladrones, y me roba mis pensamientos: entonces yo me quedo en pie como un tonto, igual que esta cátedra.

  Pero no estoy así durante mucho tiempo: en seguida me acuesto.

  Mientras Zaratustra oía hablar así a aquel sabio se reía en su corazón: pues una luz había aparecido entretanto en su horizonte. Y habló así a su corazón:

  Un necio es para mí este sabio con sus cuarenta pensamientos: pero yo creo que entiende bien de dormir.

  ¡Feliz quien habite en la cercanía de este sabio! Semejante dormir se contagia, aun a través de un espeso muro se contagia. Un hechizo mora también en su cátedra. Y no en vano se han sentado los jóvenes ante el predicador de la virtud.

  Su sabiduría dice: velar para dormir bien. Y en verdad, si la vida careciese de sentido y yo tuviera que elegir un sinsentido, éste sería para mí el sinsentido más digno de que se lo eligiese.

  Ahora comprendo claramente lo que en otro tiempo se buscaba ante todo cuando se buscaban maestros de virtud. ¡Buen dormir es lo que se buscaba, y, para ello, virtudes que fueran como adormideras!

  Para todos estos alabados sabios de las cátedras era sabiduría el dormir sin soñar: no conocían mejor sentido de la vida.

  Y todavía hoy hay algunos como este predicador de la virtud, y no siempre tan honestos: pero su tiempo ha pasado. Y no hace mucho que están en pie: y ya se tienden.

  Bienaventurados son estos somnolientos: pues no tardarán en quedar dormidos.

  Así habló Zaratustra.

12 febrero 2007

Una sábana es una superficie de tela con cuatro picos y algún dobladillo, capaz de envolver de un sólo trazo cuerpo y medio de razones para no dormir. La prodigiosa existencia de partículas de memoria entre sus plieges es un fenómeno aún poco conocido, pero sin duda evidente, como lo es el hecho de que las sábanas saben más de uno mismo que su propio dni. Entonces pobre de aquel cuyo juego de cama se aficiona a la ironía y practica la arruga vacía con quisquilloso rintintín, señalando exacto palmos, centímetros, distancias, posición, postura y volumen, duración e intensidad, cadencia respiratoria, contacto y abrazos. Así de sutil es mi insomnio: un sesenta por ciento algodón y un cuarenta de humor negro, cuatro picos, algún dobladillo, vestigios de anoche.

En Valencia (todavía), a casi doce de febrero de un curioso dosmil siete.

08 febrero 2007

De kién es este foro? me lo pregunto porque lo estoy invadiendo de escritos, y ya me está dando reparo. A alguien debo agradecer esto. Sinceramente, es un buen método para soportarse. Esto de escribir a alguien y no escribir a nadie en particular tiene su punto. El caso es q hoy llueve a cantaros y me han obligado a salir de casa p firmar unos papelitos q detesto. Los aborrezco por su falta de gracia y porque me recuerdan la retrospectiva del personaje q representé. Me he montado en un tren y, hasta q he llegado al supuesto destino, he ido viendo pasar cada uno de los trenes en los q he montado p firmar y desfirmar la venta de mi alma. Son muchos ya y, a pesar de q me producen mareo, lo sigo haciendo, sigo montando en los trenes sin cómicos. Y a mi me gustan esos vagones en los q aparece un tío desdentado con una guitarra y se pone a saltar de contento, y te dan ganas de ponerte a cantar con él, porque encima luego se le olvida pasar la gorra, y tú te preguntas: si este tío pasa de cobrar las gracias, qué coño hago yo sentada yendo a un destino a cobrar mis seriedades? Y es que, cuando salí de casa, se me olvidó el pacto q había hecho el cuerpo con mi alma, q se la lleva prisionera con cadenas al campamento del enemigo. Lo peor ha sido cuando he llegado a mi destino y me han sentado en una de esas butacas con olor a terciopelo violeta y a tecnología punta. Me han entrado unas ganas irresistibles de devolver, pero me he kedado allí pasmada, con cara de simpática, como si no supiera lo q iba a firmar. Ha llegado una mujer madura. Pensé q era una de esas super directoras trajeadas q me iba a contar el cuento de la lechera y cómo ordeñar mis rentabilidades. Pero no, ha soltado una carcajada mirándome a la cara. Y eso, para alguien de su posición, resulta algo más q cómico. Ninguna business manager, hoy en día, mira a la cara a uno de sus futuros recursos y se ríe como si hiciera buen tiempo. Lo digo yo q he visto a muchas. Debe ser que me ha debido leer los pocos pensamientos irónicos q me kedaban en ese momento. Y me ha ofrecido a su perro, un caniche rapao q se parece a la oveja lucero. Y acto seguido, como ha visto mi cara de póquer, también me ha ofrecido a su hijo. Luego, lo he entendido todo mucho mejor. Me ha explicado q para un mujer q va entrar en la treintena, soltera, sin hijos y sin ningún animal ni hombre a su cargo, la jugada me iba a salir cara. Vamos q hacienda me iba a pegar el palo, y q no merecían la pena los recorridos en trenes sin gracia. En fin, estas cosas q te pasan una mañana y no entiendes muy bien porqué, pero siempre piensas q es una señal del más allá. Aún así, he cogido la pluma y he firmado compulsivamente unas veinte hojas. Por dentro se me han caído unas veinte lágrimas por hoja, pero he seguido sonriendo. Acto seguido he montado en el mismo tren de vuelta. Ha sonado el móvil. Era mi condescendiente padre para recordarme que, de no comprar una casa rapidito, en un mes a no más tardar, el estado iba a tomarse la justicia por su mano, nunca mejor dicho. Y ya de paso también ha matizado que, de comprar, mis obligaciones serían las de viajar indefinidamente en uno de esos inalterables vagones. Así, q he llegado a mi casa y he pasado de irme a montar en bici con los snobs de turno. He pensado en coger la botella y mañana will be another day…pero joder, con la de sueños q tú tenías en tu infancia viajando en barco con tu monito Crispín!!!

07 febrero 2007

"Ya no hablas igual"- eso me dijeron. La palabra Canadá y el trineo con perros de plastilina no parecen sonar de la misma forma en mis labios azul klein. Así q hoy prometo no imitar a nadie y escribir con mi propia patente, con las palabras q yo misma modelé antes de q la paloma mensajera pasara por mi tejado. Lo siento, esto incluye a la "k" y a la "q" aunque no agraden.
Me educaron, como a casi todos, para aceptar las llamadas leyes de la ciencia. Sí, esas q nos hacen la vida más cómoda aunque eso no presuponga nada en lo q se refiere a su validez. Y es q estas leyes nos hacen gustarnos tanto q nos consideramos los pequeños principitos de la tierra….Pero alguien ya muerto tuvo sus dudas al respecto, y yo, por obra de la bienaventurada casualidad, me encontré con una de sus partículas subatómicas. Y ahora soy una de esas pseudos q no puede soportar la seriedad de la vida y q le gusta opinar q hay 12 variedades de quarks q se distinguen por seis sabores, tres colores, tres anticolores y varios grados de rareza. El azar, el orden aleatorio y los juegos han hecho temblar las leyes, realmente se han vuelto poco sólidas. Y ya no existe la marcha atrás prudente, sólo la vuelta de tuerca irónica. Por eso, por mucho q pienso y me estrujo la cabeza, lo único q tengo claro a día de hoy es el deseo de kerer habitar en cualkier lugar en el q haya una gran aceptación para los pseudos y poder maravillarme cada día haciendo una máscara con agujeros transpirables para mi adorable.

30 enero 2007

La pregunta, como una bala que busca su orificio de salida. Y el suelo que piso como un flan, como mi estómago. Letras de cambio de vida a punto de vencer y yo con treinta y siete euros en el banco y burbujas de duda en las venas. Malditas sean las mañanas en las que la marihuana de la noche anterior sigue contigo. Maldito el disparo de la bala. Mis trincheras, mis andamios, todas mis respuestas incorrectas. Tengo un billete de avión, los dientes afilados y más miedo que pulgarcito. Por eso no lo entiendo, por eso no hay respuesta. Dice la teoría que si encierras a un mono en una jaula con el tiempo se acabará volviendo loco, pero que si abres un lado de la jaula y la acercas a un precipicio, el mono se sentirá extrañamente libre creyendo que puede elegir. Sé que hablar del miedo es desnudarse demasiado, pero a mí me siguen temblado las piernas cuando pienso en el exceso de intimidad, así que sólo tengo dos salidas: o lo pongo por escrito para calmarme el pulso o busco trankimazín en el cajón de la cocina. Y aun así me gusta pensar que estoy en mejor posición que el mono. Es cierto que las cartas sólo se pueden contestar con cartas, tan cierto como que los únicos besos son los que se besan con los ojos: el resto sólo es lengua para pegar sellos. Lo dice alguien que toda la vida ha llevado las gafas en el bolsillo, metiditas en su funda. Claro que eso era antes, cuando no hacía falta mirar porque besar a una más era como ganar un quesito en el trivial. ¿Por qué carajo nadie me avisó del final de la partida? Ahora que me he asomado al precipicio, lo único que puedo hacer es afirmar sin titubeos que cuando uno no sabe esquiar, la pista roja no tiene nada de divertida. También sé que los espejos rotos no son ningún juego y que ya no puedo besar de otra manera. Y aprendo y aprendo y sigo siendo el maldito inocente de siempre pero con una lista de certidumbres cada día más canija: la palabra precisa, el nudo en la garganta, la potencia sexual mínimamente aceptable. Certidumbres con ojeras, certidumbres bajo mínimos. ¿Qué ocurre cuando la respuesta es como el agua hirviendo a la sed? ¿qué te ocurre, juanmi, por qué te pierdes en el mapa de su piel? Concéntrate, no seas tarugo, vale ya de pececillos asustados.

29 enero 2007

En fin, estaba convencida a dedicar mi tarde de hoy, lunes, a lo q sería un rato divertido y ensoñador con mis pinceles y mis nuevas ranas de albufera. El caso es q después de dos horas dándole vueltas al fondo, pasando páginas de Picasso y Kirchner, intentando encontrar la piedra filosofal de los colores sin retórica, me he sentado. No he puesto ninguna película. Me he dicho que "ya vale de ver pasar tantas imágenes con ornamento". Total, que he cogido un libro cualquiera con letras, bueno uno q rescate en mis últimos días navideños por el norte, y no sé, creo q ha sido casualidad, pero he leído una carta y me han entrado unas ganas irresistibles de contarlo todo. Entendiendo por el todo algo q no había confesado nunca por aki. Seguramente, como dice alguien, esto sería lo más urgente del mundo, pero tb lo menos obligatorio. De eso que dices, bueno son las 4 y tengo toda la tarde por delante y q se hunda el mundo, yo a lo mío, y hasta me da pena la gente q se amontona en la taquilla del cine p ver imágenes de lunes invernal de día del espectador.

Ahora recuerdo kién me enseñó la teoría de las cartas y que las letras se contestan con letras y no con voz de teléfono. Tb recuerdo que, escritas a pluma y a papel, evocan mejor el humo del cigarrillo del destinatario, pero como akí no hay señas de correspondencia no puedo hacerlo del mismo modo. Si digo q escucho a Brahms y el quinteto para clarinete tampoco digo mucho de momento, aunq si fuera el momento lo diría todo con eso. Abro una botella de vino, es mejor así, de otra manera daría vueltas a mi perífrasis y acabaría por confesar q las ranas de mi cuadro no son lo q parecen. Y además, si me salgo de este rincón serena, mi aliento se congelará en una nube de vigas vistas. Sólo era una pequeña aclaración, y es q en esta casa al mirar hacia arriba ves el frío de verdad. Kizá no kiera empezar…

 Todo comenzó hace ya años, una noche en la q salí a una gala de gacelas pero no a cazar, y me encontré con la liebre q dormía en el erial y me dieron ganas de mojar pan en los huevos fritos del cóctel. Qué absurda tontería, me dije, cómo se te pueden ocurrir estas cosas. Sube al coche y da un teléfono falso p mantenerte en el anonimato como cenicienta y su zapato. Y eso hice, pero no resultó porque alguien se encargó de q el cazador encontrara a la liebre dormida en su erial. Como dije, yo no salí de caza. A partir de aquella noche tomé conciencia de q mi papel había sido siempre el de inspirar la búsqueda del encuentro y q nunca escaparía de la sorpresa. Eso significaba q nunca dejaría de pegar los añicos del espejo. El caso es q tengo q seguir haciéndolo. Esta vez la sorpresa me llevó a las palabras de una ventana, no a la pintura ni a la música sino a las voces internas de alguien. Y no es q Chopin haya dejado de tocar el piano p mi, ni q Duchamp se haya olvidado de sus certidumbres y de la pintura, no, no es eso. Tengo miedo del silencio sin carta, de q no haya siguiente entrega, la espero impaciente, trate de lo q trate, ya venga en primera persona o en endecasílabos. Por favor, mi adorable, sigua usted por donde sea y hablando de lo q sea porque a todo lo q tocas le sacas jugo de almíbar. No tienes derecho a malversar ese don.

22 enero 2007

Se puede vivir ignorando las explicaciones?

Tantas preguntas, tantas explicaciones, tantos pececillos de colores nadando en tu acuario sin destino fijo y, al final, sabes q todo se reduce a dos palabras q hacen q el mundo parezca tan perfecto y pleno como mundano. Pero no las voy a decir aki, solo te voy a contar como podría causar la transfiguración de un rostro sin mueca. Podría incluso ser un nuevo listado de certidumbres: el instinto sexual, la embriaguez, la comida, la primavera, el sarcasmo y el acto de bravura. Sé q ninguna de ellas es la q esperabas y q tanto primitivismo suprime el eco romántico de mis palabras…l'art pour l'art kizá: el virtuoso croar de las ranas reducidas al silencio q desesperan en su albufera…todo lo demás lo creó el amor…y lo poco q kedó lo destruyó O.Wilde con su De Profundis…
Pero yo deseo volver a leer tus palabras con tu voz, porque ahora ya puedo hacerlo sin tener q imaginármelo, porque ahora no kiero q esos filósofos nihilistas intenten vaciar el acuario con fiebre intestinal. Te advertí de todo: de mis dunas móviles con raíces cortadas, de mi obsesión por los cuentos con musas ensangrentadas, de mis besos con abismo sin estética, de mi afición por el riesgo veloz con niebla, de mi insomnio patológico sin fin, de mi pasión enloquecida por los monitos del desierto, de mi insaciable humedad, de mi ombligo espontáneo divido en dos, del contagioso temblor de mis piernas, incluso te advertí de mi buen comer… aunque es verdad q nunca te dije q sabría crear una mueca en los labios para ti, pero es q yo tampoco lo sabía…y ahora los dos andamos pidiendo explicaciones al Dios creador pero…a ti te las da? llevo toda la mañana intentando concertar una cita urgente con mi alma moderna para conseguir una falsificación aún más moderna…pero mira lo q me contestan: uno es burlado con delicadeza si es delicado, uno es burlado groseramente si es grosero, pero esa palabra q empieza por "a" y q kieres volver a repetir sigue siendo en el fondo uno, como una fiebre q tiene motivos suficientes para transfigurarse, una embriaguez q hace bien mintiendo sobre sí misma…

…en Madrid, con fecha atrasada, esperando una respuesta q me sepa desnudar sin beneficencias…

Carta a mí mismo pidiéndome explicaciones

Dice Benjamín Prado que un poema es un acuario con peces de verdad y agua inventada, así que tú, que nunca has llenado un acuario y casi nunca has escrito un poema, deberías al menos poder explicar por qué una mueca en los labios, de verdad y no inventada, es capaz de desbaratarte cualquier atisbo de control, soltura o suficiencia, y de hacer de tus dogmas un poema. Explícame también por qué cuando la pretendida libertad te dejó que la cogieras de la mano, lo que temblaron no fueron sus piernas sino tus andamios. Dime por qué ya no son tan ciertas tus certidumbres, ¿cómo es posible que las noches duren un mordisco y los besos un siglo? Enséñame el cuadro donde está pintado ese arte de birlibirloque que cambia los jueves por lunes, enero por abril y las ciudades de sitio. Dime una cosa ¿desde cuándo te interesan las tarifas de la distancia? Y sobre todo quiero que me expliques algo importante, algo que te habrás preguntado tú primero, ¿qué pasa cuando la musa se queda a dormir? Y no hablo de qué hacer con toda esa inspiración entre las manos, hablo de lo otro, ¿le lees un cuento y se queda dormida? ¡Ay amigo! a quién se le ocurre mezclar saliva con humo y perder la calma, maldito inocente, lo que tenían que temblar eran sus piernas, no las tuyas. Tú que vas tan de fantástico, tendrías que haberte visto; te sorprendió descubrir que nunca habías mordido tan fuerte, y te sorprende saber que puedes morder aún más. Como te decía, ya no son tan ciertas tus certidumbres, ¿cuántas veces crees que podrás seguir saliendo indemne? Te dije que no le contaras a nadie que ya te habías terminado todo el botecito de eso que sólo tenemos uno y que se suele llamar amor, te dije que no comparases sus ojos con la cocacola. También te dije que llevases ropa de abrigo; te advertí de todo eso y no me hiciste caso, cabezón ¿de verdad te creías que podías decirle a las dunas hacia dónde se tienen que mover? En el fondo lo sabes, no tiene sentido seguir conduciendo entre la niebla, aparca de una vez y no des más vueltas. Mírate, cada día comes menos, cada vez te cuesta más. Explícamelo, dime algo convincente. O al menos miénteme y jura que lo tienes claro. Pero decídete: o muerdes o ladras. O llenas el acuario o apagas la luz y te metes en tu cama de cuerpo y medio que ya no es lo que era.

... en Valencia, a veintiuno de enero de dosmil siete, dudando de lo benéfico de este desnudo.

19 enero 2007

pensamientos mañaneros

Kizá debería decir "no sé", "que se yo" o tal vez, ya q me han explicado q este foro es más público de lo q yo pensaba, debería confesar que "los mordiscos duelen más de lo q yo creía" y es q uno no se puede hacer una idea de lo q son las imágenes adunadas…hoy parece lunes, el cielo ya no es el de ayer, mis palabras ya no son las q eran, mis labios monologan una sinfonía mono-tono y los pinceles se han kedado duros por el frío…y qué hago, me kedo a esperar a q se calienten o intento encender un fueguito? lo cierto es q ninguna solución es tan buena como la q no digo. De q me sirve predicar si luego por hablar fumada me hago un lío y se me olvidan las creencias caprichosas de mi ente? Dime, tú q entiendes de qué hablo, por qué no miré los cuadros mientras me susurrabas?

12 enero 2007

Estos huesos brillando en la noche,
estas palabras como piedras preciosas
en la garganta viva de un pájaro petrificado
este verde muy amado,
este lila caliente,
este corazón sólo misterioso.

Alejandra Pizarnik, Extracción de la piedra de la locura, 1962

09 enero 2007

Uno! 

Oh maldito! Deja de huir! 

Dos!

Oh maldita! Domínale! 

Tres!

Yo realmente dormía!

Jai: Haikus Nocturnos. Madrid. 2006

08 enero 2007

Es algo espeluznante. A cualquier lado
que uno mire, allí están, en un grupito
o caminando a solas por la acera.

Hay una cantidad inmensa. Son
cual plagas-marabunta de dos patas.

Invaden la ciudad. Están presentes
en bares, autobuses, en las casas...
Allí adonde uno vaya, allí están ellas.

Con su maldad pequeña en la sonrisa
y sádica mirada, a veces dulce,
les gusta torturarnos hasta el límite.

Lo sé por experiencias reiteradas.

Me atraen ofreciéndome un placer
que es bueno, pero luego me atormentan.
Y si escapo me atrapan nuevamente.

Altivas, recelosas, vigilantes,
buscan presas por calles o reuniones.
Saben cómo -y lo logran- dominarnos.

Disponen a su antojo de nosotros.
Les gusta estrangularnos con sus piernas.

Somos babeantes servidores suyos
que deben ir tras ellas. Como esclavos.
Nos son imprescindibles las malditas.

José María Fonollosa, Ciudad del hombre: Barcelona. 1996.

03 enero 2007

Para los que no salimos indemnes

Muchos mueren demasiado tarde,
y algunos mueren demasiado pronto,
Y ahí está la extraña doctrina de Nietzsche:
"muere a tiempo!"
Algo parecido es eso de salir indemne:
ascender a las montañas más altas
y reírse de todas las tragedias,
hasta q parezca q estás elevado!

Pero que hay de los q no consiguen subir
porque no aprenden lo q es la muerte libre?
los q creyeron en el ocaso más q en la eternidad,
los q hicieron pactos con el diablo,
los q se kitaron la piel a tiras para sentirse más desnudos,
los q se clavaron el puñal más adentro,
los q no pudieron esconderse de su terquedad,
dime, que hay de los q no salimos indemnes?

Salimos indemnes de todo aquello.
La prometida eternidad
los pactos de sangre
la uña y la carne
morirnos a medias
completamente desnudos
y los mordiscos
los arañazos
los pisotones
los empujones
y las verdades
como sacar el puñal de la herida.
Salimos indemnes de todo aquello.